Si, volví a subir al Miguelete, siempre es una experiencia fantástica, hace que retroceda en el tiempo, cuando era pequeña me daba miedo, las escaleras estaban muy desgastadas, parecía que en cualquier momento ibas a caer rodando por aquél estrecho y laberíntico espacio.
Pasados los años he vuelto a subir en distintas ocasiones...con mis hijos, con amigas que visitaban Valencia en una ocasión tuvimos la suerte de encontrarnos con un concierto de campanas, fue impresionante, sentadas en un pequeño espacio circular las campañas eran volteadas emitiendo unos sonidos realmente emocionantes.
En otra ocasión tuve una cita en en lo alto de la torre...también una gran experiencia, un lugar maravilloso donde quedar con un amig@,algo especial para recordar toda la vida.
Hace una semana volví a subir, mis ojos miraban más, veían más, acariciando las paredes como lo había hecho en otras ocasiones. Ya no tenía miedo .
Al llegar a la parte más alta...la vista maravillosa..mis ojos buscaban el mar,las montañas, las torres, el cauce del río, el casco antiguo, la plaza redonda, los campanarios..La ciudad ha sufrido transformaciones...el Cabañal está desapareciendo , grandes edificios muestran una ciudad diferente.
Esta vez subí con Magda, Carme se resentía de las rodillas y prefirió no subir.
Parecía que no nos costaba esfuerzo subir ni bajar perooooo cuál fué mi sorpresa al sentir como mis piernas al llegar al final empezaron a temblar,tenía un dolor agudo sobre las rodillas, parecía que había escalado el Everest...y no...Simplemente habían pasado los años y este cuerpecito casi no se había dado cuenta.
El resumen de esta historia, tan real como la cuento fue que a la semana empecé a cojear y a sentir que no podía andar como era habitual en mi..es decir..prácticamente corriendo.
De urgencias me llevó uno de mis hijos al médico y......el resto no es necesario contarlo, hoy doce días después de la subida "al Everest", puedo de nuevo andar , pero sé que seguramente no volveré a escalar el Miguelete...de todas formas no importa , le he conocido, ahora descubriré nuevos lugares.
Y para que conste en acta una foto en la parte más alta de nuestro histórico MIGUELETE. Fué un día muy feliz.
Pasados los años he vuelto a subir en distintas ocasiones...con mis hijos, con amigas que visitaban Valencia en una ocasión tuvimos la suerte de encontrarnos con un concierto de campanas, fue impresionante, sentadas en un pequeño espacio circular las campañas eran volteadas emitiendo unos sonidos realmente emocionantes.
En otra ocasión tuve una cita en en lo alto de la torre...también una gran experiencia, un lugar maravilloso donde quedar con un amig@,algo especial para recordar toda la vida.
Hace una semana volví a subir, mis ojos miraban más, veían más, acariciando las paredes como lo había hecho en otras ocasiones. Ya no tenía miedo .
Al llegar a la parte más alta...la vista maravillosa..mis ojos buscaban el mar,las montañas, las torres, el cauce del río, el casco antiguo, la plaza redonda, los campanarios..La ciudad ha sufrido transformaciones...el Cabañal está desapareciendo , grandes edificios muestran una ciudad diferente.
Esta vez subí con Magda, Carme se resentía de las rodillas y prefirió no subir.
Parecía que no nos costaba esfuerzo subir ni bajar perooooo cuál fué mi sorpresa al sentir como mis piernas al llegar al final empezaron a temblar,tenía un dolor agudo sobre las rodillas, parecía que había escalado el Everest...y no...Simplemente habían pasado los años y este cuerpecito casi no se había dado cuenta.
El resumen de esta historia, tan real como la cuento fue que a la semana empecé a cojear y a sentir que no podía andar como era habitual en mi..es decir..prácticamente corriendo.
De urgencias me llevó uno de mis hijos al médico y......el resto no es necesario contarlo, hoy doce días después de la subida "al Everest", puedo de nuevo andar , pero sé que seguramente no volveré a escalar el Miguelete...de todas formas no importa , le he conocido, ahora descubriré nuevos lugares.
Y para que conste en acta una foto en la parte más alta de nuestro histórico MIGUELETE. Fué un día muy feliz.
Hay Mo si al llegar a tu edad estoy la mitad de bien que tú me daré por satisfecho. Me alegra que sigas desfrutando tanto y haciendo tantas cosas!!
ResponderEliminarSeguro que estarás mucho mejor...te queda mucho camino por recorrer....atrapa lo mejor de la vida.
ResponderEliminar