Las manos muy frías, casi heladas...no se sentía los dedos y tenía que tañer la campana.
El sonido llevaba una noticia inquietante y en la mayoría de las ocasiones triste.
Su olfato aún conservaba el olor que ella siempre expelía, era su propio olor, te acercaba a las violetas frescas y salvajes del campo.
Hacía un año que Violeta había desaparecido, nadie le había logrado encontrar, desgraciadamente ocurre, en ocasiones... mujeres, niñas... desaparecen, pasan los meses, el rastro se ha perdido y se pierden todas las esperanzas.
Allí en el campanario estaba él, tenía imperiosamente que hacer sonar las campanadas.
Intentó agarrar la cuerda, sus manos no respondían, las calentó con su aliento y sonó el primer tañido...
Tannnnnnn
Pasaron segundos hasta que sus manos pudieron de nuevo tomar la cuerda...
Tannnn
Un último esfuerzo...
Se desplomó sobre la campana sintiendo un sabor amargo... y de esta forma sonó el tercer tañido...
Tan......
Todo olía a violetas...su cuerpo fue encontrado un día después
(
mo
mo
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