5 de agosto de 2012

TaC ..TAc tAC...,tac...





Todo comenzó en Madrid, muerta de la risa no me podía mantener en pie y fui arrastrándome por el suelo para salir del dormitorio, no pensé que fuese nada especial, me dolían los ojos, me molestaba mucho la luz y en una farmacia me compré una tremendas gafas que me puse sobre las que llevo para poder ver...fuimos al Zoo y las gafas fueron mitigando el dolor ocular y de los mareos nada más se supo, de esa manera pasamos un día maravilloso.
 Habían pasado dos semanas,  cuando acompañada de dos buenos amig@s ...de repente, sentí que desaparecía, un desmayo tan rápido que era similar a un traspiés...sabía que no había tropezado con nada y comencé a sentir miedo a caminar sola, me agarré del brazo de mis asustados amigos y ya no los solté, eso si, advirtiéndoles que era donante de órganos por si hacía falta.
   Llegué a casa y más relajada me quedé dormida.

No es que esperase el día de mi santo con grandes espectativas, pero no estaba programada una visita al hospital como así ha ocurrido.
   Sobre las 10 de la noche comencé a encontrarme muy mal, llamé a mi amiga Alicia.
-estoy muy mal .... en cinco minutos estaba en la puerta de casa , llamando al médico de urgencias
-Media hora,,,oiga que mi amiga está muy mal, vengan enseguida..
   Subidas las dos en el asiento delantero de la Uvi móvil, parecíamos  autoestopistas recogidas por un  señor del que no recuerdo su nombre ni tan siquiera si llevaba bata blanca o chaleco luminoso, sé que era muy amable y que permitió subir a mi amiga junto a mi a pesar de no ser enfermera.
  Ya habíamos subido a una ambulancia en otra ocasión, con su madre, aquella vez la camilla iba de lado a lado y nosotras teníamos que pararla sujetando a su madre para que no callese, al llegar a su destino, el "enfermero" soltó la camilla y cuando nos dimos cuenta estaba bajando por el túnel de Ángel Guimera....corriendo pudimos impedir una tragedia de esas tontas que ocurren en ocasiones.
   volviendo al día del santo, llegamos sin grandes problemas y desde luego sin cinturón de seguridad, al bajar, nuestro ángel de la Uvi me cogió en volandas para sentarme en una silla de ruedas.
-¡Mare meua¡
-¿dónde me he metido?
Pasamos a un Box (que no se por qué tienen que utilizar ese nombre  inglés)... y a esperar al médico.
Se acerca una doctora que resultó ser la niña que conocí treinta años atrás, más serena, ya que me sentía entre amigas, comenzó la exploración, llegó el otorrino y posteriormente me pusieron un gotero que dicho sea de paso salió la sangre a borbotones, pero una es dura y si no, me pongo a hacer ommmmmmmmm como si eso me evitase el dolor.
 Ya en la habitación estábamos las dos amigas ¡¡que afortunadas con la Amistad!!
TAC de la cabezaEran las 12'30 cuando me dio su regalo del santo...una cartera roja que siempre estará enlazada a este día y a ella, juntas igual reímos como lloramos, nos queremos.
-Le tenemos que hacer un Tac para descartar patologías...
y allí, dentro de esa máquina tan impresionante... te meten lentamente
-No quiero abrir los ojos, tan solo intentaré pensar algo hermoso.
-Tac TACTAC TIIIIIII TIIIIIIII TAc TAC..
imposible pensar, el sonido se introducía en todo mi cerebro
Pasados 35 minutos me sacan del tubo y me ponen un contraste para ver el oído y de nuevo
TIIII TI Tac TAc TACCCC media hora más tarde han finalizado....
.........................
...Después de dos días pensando que la vida se puede ir en un instante he vuelto a la vida.

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